Sobre nosotros
Quiénes Somos: Finca Santa Mónica
Nuestra historia es tan rica y profunda como el aroma y sabor de nuestros granos de café. Fundada en 1956 en la hermosa región de la huasteca, México, nuestra empresa cafetalera es un legado de pasión, dedicación y amor por el café que se ha transmitido de generación en generación.
Nuestra Historia: Un Legado de Café
Nuestros orígenes se remontan a la década de 1950, cuando mi abuelo el señor Felipe Hernández y familia decidió unirse para llevar a cabo su visión de producir café de la más alta calidad. Desde entonces, hemos estado cultivando, cosechando y tostando granos de café en las fértiles tierras de Veracruz, donde la combinación de altitud, clima y suelo crea las condiciones perfectas para un café excepcional.
La Pasión por la Calidad: Nuestro Compromiso
En Finca Santa Mónica, estamos comprometidos con la excelencia en cada etapa de la producción del café. Nuestros agricultores cuidan meticulosamente sus cultivos utilizando prácticas agrícolas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Cada cosecha es seleccionada a mano, garantizando la calidad y madurez de nuestros granos. Nuestra experiencia en el tostado se refleja en el sabor inconfundible y la frescura de nuestras mezclas.
Un Equipo Apasionado hace 40 años: Marcelina Hernández
En el corazón de Finca Santa Mónica, nuestra historia comienza en las montañas, donde los aromas del café y los colores del amanecer se mezclaban en un universo de sensaciones. Recuerdo los días en que mis abuelos me llevaban a los cafetales, un ritual diario que se convertiría en un vínculo inquebrantable con la magia del café.
A los ocho años, mientras mis abuelos trabajaban entre los cafetales, yo exploraba el mundo de los granos maduros que pendían de las ramas, ansiosa por recoger los frutos de su arduo trabajo. Aquellas enchiladas picosas, inseparables de un tazón de café oscuro como la noche, marcaban el inicio de mis días en la finca.
Me sumergía en la cosecha, cortando con cuidado los granos que colgaban en racimos rojos y naranjas, absorbiendo la energía de la tierra y el sol que impregnaban aquellos frutos. Cada grano tenía una historia, un sabor y un aroma únicos que prometían una taza excepcional.
Las largas jornadas de recolección, con la mula esperando para llevar nuestra cosecha a casa, forjaron mi conexión con el café. Aprendí el valor del esfuerzo y la dedicación, viendo cómo cada grano recogido con amor transformaba su camino hasta convertirse en esa bebida tan querida.
En mi hogar, la rutina de procesar el café era un baile coordinado: el mortero para quitar la cáscara, las cubetas con agua para el lavado, y los "petates" extendidos para secar el preciado fruto de nuestra labor. Cada etapa era un eslabón en la cadena de la tradición cafetalera que nos unía como familia.
En Finca Santa Mónica, este legado perdura. Nuestro equipo comparte una pasión arraigada en las raíces del campo, combinando la experiencia con la innovación para llevar a nuestros clientes una experiencia única en cada taza. Desde nuestros expertos agricultores hasta nuestros catadores y tostadores, todos formamos parte de esta historia que se sirve en cada café que llevamos a sus mesas.
Café Veracruz 1956: Más que una Taza de Café
Finca Santa Mónica no es solo una marca de café; es un legado de calidad, tradición y compromiso. Nuestro café es una invitación a saborear la riqueza de café en cada taza y a unirse a nosotros en un viaje de café que ha perdurado durante generaciones. A lo largo de los años, hemos perfeccionado nuestro arte y hoy compartimos con el mundo la pasión que nos ha impulsado desde 1956. ¡Le invitamos a unirse a nuestra familia cafetalera y disfrutar de la auténtica experiencia de café.